Había una vez una dama llamada Josefina Quevedo, que vivía en la época colonial, era de una familia muy pobre, sus padres al no tener ni que comer se ponían a llorar, todo esto la ponía muy triste a Josefina por tal motivo pasaba horas en su habitación triste y pensando, un día se enteró que su papá estaba con visitando y noviando con otra mujer y no sabía si debía contarle a la mamá. Hasta que sin esperarlo su mamá la abrazó y le dijo que ella sabía todo.
El padre nunca estaba y se llevaba la poca plata que había. Hasta que un día el papá llego a la casa y dijo_ Me pueden perdonar todo lo malo que he hecho.
_ Si. Ahora comamos unas empanadas.
Pasó el tiempo y la familia fue feliz.
Autora: Emiliana Amarilla
Edad: 9 años
Ojala todos los finales fueran felices como ese!!! Todavia hoy hay tantos casos de esos!!! Muy lindo lo que escribiste Emiliana!!!
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